Claudio es policía escalafón penitencia. 46 años. Marido de Taty. Papá orgulloso de Nacho y Juli. Serio cuando la situación lo requiere, pero su expresión cambia por completo cuando habla de JESÚS. Atento, solidario, al servicio con actitud guerrera. Siempre interesado en quienes lo rodean. Su felicidad por la bendición del otro se nota a simple vista: le brillan los ojos y su sonrisa lo acompaña.
Le conté sobre este blog. Se interesó. Le gustó la idea. Su devolución fue generosa y, con una mezcla de certeza y desafío, dijo:
“Marti, la gente fuera de la iglesia quiere respuestas. Quiere saber por qué estamos llenos. Se pregunta por qué somos felices incluso en medio del dolor, las necesidades… Y hay una respuesta.”
Y sí, esa respuesta es JESÚS.
A raíz de esto, surge el post #3 del blog:
Preguntas del mundo a una persona cristiana
—¿Sos feliz?
—Sí.
—¿Pero siempre sos feliz? ¿No tenés días malos?
—Sí. Y sí.
(Silencio. Ceja levantada.)
—¿Y cómo hacés? Porque la realidad duele, te la da en la pera.
—La respuesta es JESÚS.
—¿Dónde está JESÚS cuando no llegás a fin de mes, cuando tenés una enfermedad o cuando ves toda la injusticia del mundo?
—Su poder se fortalece en nuestra debilidad. Hay propósito en esas temporadas. Hay refinamiento. Claro que hay dolor, pero quienes conocimos a Jesús sabemos que después de una temporada difícil, viene la gloria.
—Todo muy lindo, pero si JESÚS es quien se dice que es, ¿por qué no evita que pasemos por eso?
—Porque somos libres. Dios nos dio libre albedrío. A veces, corregir lo que el mundo nos enseñó a hacer, trae consecuencias. Es como un detox del mundo. Y cuando llegan enfermedades o situaciones que no tienen que ver con nuestras decisiones, son pruebas de fe.
—¿Qué sería “el mundo”?
—Todo ese caos que ves afuera. Las tentaciones de éxito inmediato en cinco pasos, la teoría de que si le pedís con seguridad al universo, te lo va a dar. ¿Sabés qué es lo más gracioso? Que muchas de esas cosas ya están escritas en la Biblia… solo que distorsionadas por el mundo.
—Si Dios tuviera el mismo marketing que el mundo, todo sería diferente.
—Dios no necesita marketing. Necesita gente como vos y como yo, que conozca a Jesús y sea luz a donde vaya.
(Silencio otra vez.)
—No sé… algo no me cierra de todo esto.
—Hay cosas que no se explican, solo se sienten. Cuando conocés a JESÚS, sentís cómo un amor sin igual te abraza, te llena de paz y le da sentido a tu vida. Tenés un propósito.
—…
—¿Querés leer el mejor libro de tu vida?
—¿Cuál?
—La Biblia.
Quizás nunca pensaste en Dios de esta manera: alguien real, cercano, que te ama y quiere caminar con vos en cada temporada de tu vida.
La Biblia no es solo un libro antiguo, es una historia viva. Una historia que sigue transformando vidas. Todas las respuestas están ahí.
Gracias Claudio, porque me motivaste a cumplir con el objetivo principal de este Blog, que es a través de historias, charlas y testimonios, dar a conocer más sobre JESÚS. No hace mucho, algo enojada, hice estas mismas preguntas. Hoy tengo respuestas.
Con amor, Mar.